Sector hotelero se reinventa durante esta temporada para sobrevivir a la pandemia

Después de declararse la emergencia sanitaria, varios hoteles cerraron y otros mutan como hogares de ancianos, coworking y coliving; mientras el Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (Sughu) mira este escenario con preocupación, el ministro de Turismo, Germán Cardoso, sostiene que son “daños colaterales de la pandemia”.

El Hotel Enjoy de Punta del Este se encuentra en una delicada situación financiera debido a la pandemia. Foto: Grupo Enjoy.

Cuando Valeria se enteró que el casino Nogaró cerraba por la pandemia, supo que estaría en su casa, sin ejercer, por mucho tiempo. La contadora de 36 años no trabaja desde marzo, cuando el presidente Lacalle Pou declaró la emergencia sanitaria. Más tarde, uno de los casinos más icónicos de Punta del Este (de régimen mixto) intentó comenzar a funcionar de manera paulatina desde agosto, pero el grupo privado que lo gestiona se negó. Mientras tanto, la parte correspondiente a Casinos de Estado busca una alternativa parar reactivar el negocio y no dejar que se perjudique, como está sucediendo con varios casinos y hoteles del país a causa de la pandemia desatada por el nuevo coronavirus.

La situación de los negocios turísticos que basan gran parte de su rentabilidad en el público extranjero, que llega a las costas uruguayas cada temporada, es compleja. De hecho, varios hoteles se reinventaron para sobrevivir y cambiaron su rubro, proyectándose como coworking u hogares de ancianos; ortos ya cerraron sus puertas.

Uno de los casos que más trascendió fue la venta del emblemático Hotel Sheraton de Punta Carretas. El proceso de venta, que también incluía el hotel Aloft Montevideo, fue anunciado por el grupo que lo operaba, Tonosol Sociedad Anónima, tras alcanzar un acuerdo con la sociedad financiera White Elephant Properties LLC. Este holding estadounidense está vinculado a Sinergia, una empresa que opera en Uruguay desde el 2014, cuyo cometido es brindar espacios donde se desarrolle el trabajo colaborativo, más conocido como coworking. En los últimos tiempos, esta empresa también ha apostado al coliving, un modelo de negocio que se basa en el alquiler compartido de inmuebles sin garantías.

Según la declaración de uno de los gerentes de Sinergia, Omar Morales, a Infonegocios, se planea que el Sheraton se transforme en un coliving. La reestructura representa “un proyecto muy ambicioso para Sinergia”, dijo Morales. A su vez, Sinergia ya adquirió los hoteles Meliá y Four Point para el desarrollo de coworks.

Otros hoteles también sufrieron las consecuencias de la emergencia sanitaria, como el My Suites Boutique, que se convirtió en un espacio para seniors, donde adultos mayores autosuficientes pueden hospedarse o concurrir para realizar actividades recreativas a cargo de personal especializado, según dijo su gerente Mónica Rossi a El Observador (información que se pudo corroborar). Por otra parte, el hotel Esplendor, ubicado en el barrio de Punta Carretas, no encontró una salida a corto plazo, por lo que cerrará sus puertas en las próximas semanas, según informó Telemundo (canal 12).

El sector turístico de Maldonado tampoco escapa a esta realidad. Punta del Este está en “crisis”, dado que tanto casinos como hoteles necesitan, principalmente, de los turistas para el mayor ingreso de divisas, aseguró el presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo Juan Martínez.

Por otra parte, Alejandro D´Elia (presidente de la Cámara de Industria Hotelera) dijo en setiembre a El Observador, que el principal balneario uruguayo “necesita de la apertura de fronteras” porque el turismo interno no alcanza para sostener la estructura de hoteles y casinos. Según el Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (Sughu), el departamento de Maldonado posee 8.000 empleados del rubro de la hotelería y gastronomía que están en seguro de paro. Mientras tanto, hay otros 2.000 en seguro de paro parcial y 1.800 trabajadores que fueron despedidos a raíz del daño ocasionado a este sector de la economía por la emergencia sanitaria.

“Son los daños colaterales de la pandemia y no tenemos otra alternativa que cerrar las fronteras”, dijo el ministro de Turismo, Germán Cardoso, al ser consultado por esta situación. En cuanto a la petición de abrir las fronteras para que los extranjeros llegaran a playas uruguayas (realizadas tanto por el Sughu como por la Cámara Uruguaya de Turismo), Cardoso —oriundo de Maldonado, uno de los departamentos más afectado por este escenario— fue determinante y dijo que “la prioridad es defender la vida y salud de los uruguayos”. El ministro agregó: “cerrar las fronteras es la mejor decisión que se pudo tomar” ante esta situación.

Una de las mayores interrogantes es qué sucederá con el Enjoy (ex Conrad) de Punta del Este. En una entrevista concedida a El Observador, el gerente general del hotel insignia del este uruguayo, Ignacio Sarmiento, dijo que se estaban evaluando varias alternativas para paliar la situación provocada por la pandemia. Una de ellas es que “el Enjoy completo sea una burbuja para cuarentena” y, de este modo, lograr que extranjeros pasen esta temporada de verano en el hotel. Sin embargo, el ministro Cardoso sostuvo que “se trató solo de un trascendido de prensa” y que “no le fue presentada ninguna propuesta” al respecto.

Cierre de fronteras y apuesta al turismo interno

Durante la noche del jueves 22 de octubre, el presidente Luis Lacalle anunció en una conferencia de prensa que este será “un verano restringido, las fronteras van a estar básicamente cerradas”. Una semana después del anuncio, el ministro Cardoso divulgó una batería de medidas en otra conferencia, cuyo principal objetivo es estimular el turismo interno.

El paquete de medidas, denominado “Plan Verano”, exonera del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) a los alquileres que se concreten desde diciembre hasta el 4 de abril (día en que finaliza la Semana de Turismo). A su vez, los servicios hoteleros tendrán tasa de IVA cero y se aplicará nueve puntos de descuento del IVA a la actividad gastronómica y los alquileres de autos durante los mismos días.

En diálogo con Cardoso, el ministro de Turismo aseguró que esta batería de medidas no está cerrada y que hará “todo lo posible” para desestimular la visita de uruguayos a Argentina, donde los contagios de covid-19 crece día a día. “Todo el país ha hecho un esfuerzo enorme, por lo que no me parece justo ni lógico que se ponga en riesgo la salud de los uruguayos por hacer turismo de compras”, aseguró Cardoso sobre la visita de compatriotas al país vecinos en momentos donde el peso uruguayo se encuentra más fuerte que el argentino.

El turismo en cifras

En 2019 Uruguay recibió 3.220.602 visitantes, casi la misma cantidad que tiene de habitantes. Esto fue un 13,2% menos que en 2018. Y el ingreso de divisas disminuyó 18,6% en comparación con el mismo año. A pesar de que no fue particularmente un buen año, la balanza turística fue positiva en más de 550 millones de dólares. Según datos del Ministerio de Turismo en 2018, esta área representa para el país un 7% del PBI aproximadamente.

Según la Encuesta Continua de Hogares realizada a fines de 2019 por el Instituto Nacional de Estadística, más de 115 mil uruguayos trabajan en el rubro del turismo. Lo que equivale al 6,5 % de todos los puestos de trabajo de la economía uruguaya.

El delicado equilibrio entre la economía y la salud

Uruguay ha sido elogiado a escala internacional desde la llegada del virus al país, debido a la gestión sanitaria que llevó a cabo el gobierno del presidente Lacalle.

Sin embargo, en pleno verano y rodeado de dos países con una situación crítica a raíz de los contagios por el nuevo coronavirus: Argentina y Brasil, se puede poner en riesgo los resultados logrados hasta el momento. Los dos vecinos gigantes son los principales proveedores de turistas que año tras año llegan a costas uruguayas para vacacionar. Con el cierre de fronteras esta vez será diferente y aunque se apele al turismo interno, especialistas señalan que no es suficiente para compensar la falta de extranjeros durante esta temporada. El principal desafío radica en los departamentos que poseen frontera seca con Brasil. De hecho, en Rivera se volvió a disparar los contagios y el Poder Ejecutivo suspendió las clases por 15 días y exhortó a la población de ese departamento a cumplir con las medidas preventivas para que la situación no se agrave.