“Habrá una fuerte caída de la riqueza en América Latina durante este año”, señala especialista
- Bernardo Lapasta
- 20 abr 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 14 jun 2020
Debemos esperar una fuerte caída del PBI durante este año, aunque Uruguay tiene mejores condiciones de afrontar la crisis que otros países de la región.

La COVID-19 impactará fuertemente en la economía. Imagen: Pixabay (imagen de libre circulación)
A través de una videoconferencia, el economista Agustín Iturralde —director ejecutivo del Centro de Estudios para el desarrollo— explicó los pronósticos elaborados por algunos de los principales organismos financieros del mundo sobre el impacto del COVID- 19 en la economía de América Latina.
Según el análisis del Banco Mundial, el PBI de Uruguay caerá un 2,7% durante este año y un 4,6% en la región. El Fondo Monetario Internacional (FMI) plantea una situación similar para nuestro país y proyecta una caída del 3% del producto.
“Hubo que tirar a la basura los pronósticos realizados hasta el momento” debido al desconcierto provocado por la pandemia, explicó Iturralde. “Hay un escenario de mucha incertidumbre en todo el mundo y debemos esperar una fuerte caída de la riqueza en América Latina”, añadió el economista.
Por otro lado, el informe titulado “La economía en tiempos del COVID-19” indica que a fines de este año nuestro país ya podría comenzar a crecer y continuar por este camino durante 2021. El FMI pronostica un crecimiento del 5%, mientras que para el Banco Mundial será de 5,5% del PBI.
Si bien el economista asegura que “el grado de precisión de estos análisis es bajo” debido a la incertidumbre que está provocando la pandemia en los mercados, “nos sirven para saber dónde estamos posicionados”.
Iturralde dijo que estamos frente a “la mayor caída de la economía mundial desde la crisis de 1929”. Una característica peculiar de esta situación es que “van a caer las economías centrales y también las emergentes”, por lo que existe el riego de que “volvamos a vivir una década perdida como la de 1980”, explicó el especialista.
Uruguay es un país agroexportador, es decir, comercializa productos de primera necesidad (como carne, leche o soja), por lo que su situación será “un poco mejor” que la de otros países de la zona.
Por otro lado, los países que más sentirán el impacto de la crisis por el COVID-19 serán los que exporten commodities vinculados a la energía, como el petróleo. Actualmente, “el precio del crudo no encuentra un piso y hay que irnos décadas atrás para encontrar una situación parecida”, dijo el experto.
Uruguay debe estar atento a “los canales por los cuales la crisis puede operar”. Algunos de ellos son: la dependencia que tenemos con China, las tasas de interés en Estados Unidos, los precios de la energía y los de algunos sectores “complicados” como el turismo.
En estos contextos es importante “la capacidad de reacción de los gobiernos”, para amortiguar los golpes económicos que cada país pueda llegar a tener por el coronavirus. Iturralde señala que el mayor desafío en este escenario de incertidumbre es “sostener a las personas y también a los empleos”.
En este sentido, el economista dice: “si logramos que las empresas sobrevivan en esta coyuntura, probablemente vamos a tener una recuperación más rápida”.

El aumento del desempleo se agrava por la COVID-19. Imagen: Pixabay (imagen de libre circulación)
En cuanto al mercado laboral, el jueves 16 de abril se dio a conocer que la cifra del desempleo subió a 10,5% durante el mes de febrero (la más alta desde 2007). Es decir, esta tasa ya venía en crecimiento antes del impacto del COVID-19. En este orden, el economista señala que “es esperable que se agudice la problemática en este ámbito” durante este año.
Los pronósticos de varios organismos financieros coincidieron en sus proyecciones. Tanto el FMI como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Banco Mundial tienen coincidencias en los resultados de sus análisis y en las medidas que se deben tomar para paliar la situación ante la crisis, explicó el economista.
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