Así es Manual básico de periodismo, el último libro de Tomás Linn

El periodista y profesor emérito de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) presentó su octava publicación, una guía cuyo objetivo es reflejar aquello que es “esencial para la labor periodística”

Periodista y docente Tomás Linn, escritor de Manual básico de periodismo. Foto: Universidad Católica del Uruguay.

No se puede negar que Tomás Linn es un periodista de pura cepa. Hace casi 47 años que ejerce la profesión y 37 que dicta clases en la UCU; varios de los periodistas más reconocidos por su trabajo fueron educados por él. Su opinión sigue siendo requerida por medios, colegas y, por supuesto, por los lectores. A lo largo de su trayectoria, trabajó para varios medios de comunicación y publicó textos sobre la profesión y ensayos periodísticos.

Este año es el primero en que Tomás Linn no dicta clases y por este motivo decidió elaborar un manual: “Me voy, pero dejo un libro”, dijo el periodista en una entrevista concedida al diario El País.

El texto está hecho con los ayudamemorias que Linn utilizó a lo largo de los años para dictar sus clases. Apuntes que el periodista preparó y recicló una y otra vez. Sin embargo, en la presentación del libro, reflexiona: “me impresiona ver la cantidad de asuntos que enseñaba hace 30 años y sigo enseñando hoy”.

Manual básico de periodismo comienza con un resumen sobre la historia del periodismo (especialmente de la prensa gráfica), aunque sin perder de vista el escenario actual al que se enfrenta la profesión, con internet y las redes sociales. Desde el comienzo de la guía, el autor hace énfasis en el lector (o público) a quien va dirigida la noticia.

Linn expone algunas definiciones y cometidos del periodista, y una lista que define como “básica” sobre las condiciones que debe reunir quien ejerza esta profesión. “Mientras el mundo se deja llevar por por su bullicio diario y cada uno está inmerso en sus cosas hay gente que recoge, reúne, verifica y difunde información relevante para el resto permite que quien estuvo abocado a lo suyo (...) cuente con información, mucha de la cual le ayudará a tomar decisiones”, explica el manual sobre el cometido del periodista.

Las siete condiciones con las que debe contar el periodista, según Linn, son: formación sólida, estar bien informado, dominio del idioma, buen olfato del “sentir” del público, agudo sentido de observación, capacidad de asombro e insaciable curiosidad.

El manual también habla de cómo es la rutina de un medio gráfico: la reunión de editores, sumario de noticias, distribución del trabajo (de qué temas se encargará cada periodista), la búsqueda de las noticias, la elaboración de las notas, edición de los textos, diagramación y armado, el cierre y la guardia. A su vez, el autor también tiene en cuenta los cambios producidos por las nuevas tecnologías en la rutina de los medios.

La guía también describe a los “géneros periodísticos”, definiéndolos y delimitándolos. En esta sección se habla de los géneros informativos y los analíticos. En la primera clasificación, encontramos a la crónica, la nota (texto al cual más se recurre en el mundo del periodismo) y el informe especial (a veces llamado reportaje). En los géneros analíticos se enceuntran la nota de análisis, el comentario, la crítica, la columna, el editorial, el obituario (o nota necrológica) y la entrevista —género al que se le dedica un capítulo entero y al que también se lo define como “herramienta”—.

El trabajo se ocupa, además, de explicar el proceso que va desde la noticia hasta la crónica y la redacción del copete y la organización de la información. Esto está planteado a lo largo de tres capítulos. El primero de ellos brinda algunas definiciones de la noticia o, como la llama Linn, la “materia prima” con la que trabaja el periodista. Asimismo, se ofrecen algunas definiciones de ella y sus características más comunes. En otro capítulo, se expone sobre la crónica, y en este apartado se hace particular énfasis en la claridad y precisión de la descripción de los hechos, con ejemplos concretos y particular énfasis en el lector. Posteriormente, se habla del copete y de la estructuración de la información para presentársela al público.

Asimismo, el manual señala la importancia de las fuentes para la profesión y la necesidad de que el periodista actualice su agenda periódicamente.

Por último, la guía ahonda sobre el informe especial y brinda los pasos a seguir para la confección de este tipo de “género periodístico”. A su vez, el trabajo se detiene en el auge del periodismo de opinión. En este capítulo, Linn explica que “aumentó la demanda de notas de opinión en las que el periodista analiza, explica y contextualiza, pero más que nada ofrece sus puntos de vista, arriesga a dar su visión personal del problema que plantea en su texto”, pese a que este género existe desde los comienzos del periodismo.

El libro se recorre fácilmente debido a la prosa llana y despojada, aunque cargada de contenidos relevantes a la cual Tomás Linn nos tiene acostumbrados. La edición acompaña la redacción del autor con su fuente de buen tamaño y amplios márgenes.

Manual básico de periodismo tiene 301 páginas y está compuesto por una presentación, 12 capítulos, agradecimientos y un anexo en que el autor recomienda algunos textos sobre diversas materias. Fue editado por Paidós en colaboración con la UCU; se puede adquirir a $720.

Cubierta de Manual básico de periodismo, de Tomás Linn (Paidós, UCU)

Este trabajo fue realizado para el sitio Periodismo en diálogo de la Universidad Católica del Uruguay.