Las transformaciones de
El País de Madrid
Crónica de un caso que ejemplifica un fenómeno vivo
Los cambios tecnológicos y la crisis
La burbuja financiera explotó estrepitosamente. La crisis se desató en España y había llegado para quedarse. Corría el año 2008 y la situación hacía que muchos emprendimientos cambiaran para poder enfrentar aquel duro y complejo contexto. Era eso o desaparecer.
Esta coyuntura no le era indiferente a los medios de comunicación y, un año mas tarde, el diario El País de España anunciaba su “mayor cambio estructural” desde su fundación en 1976.
A su vez, los cambios tecnológicos comenzaban a amenazar al diario impreso, por lo que el director del diario de aquel entonces tomó una drástica decisión: diseñar "un nuevo modelo organizativo" —explicaba Juan Luis Cebrián— que persigue modernizar la estructura de producción del diario y poner fin a un formato integrado verticalmente que es "anticuado, obsoleto y esclerótico”.
El País se transformaba y comenzaba a producir contenidos para papel e internet (adaptado a la red, teléfonos móviles y necesidad del público). En este proceso de transformación, el medio contrataba a una empresa para que creara los contenidos para todos los soportes, de este modo, los periodistas que producían para el papel quedaban separados de los que producían para internet.
El País entra en una nueva era
Luego de esta importante reestructuración, El País de Madrid comenzó a incorporar en sus horizontes a las redes sociales como una importante herramienta de divulgación de sus contenidos. En este sentido, la periodista uruguaya Ana Matyszczyk, que trabajó en la redacción del medio en 2014, explica: “ya había un equipo específico dedicado a gestionar las redes sociales, en especial, Twitter. En el correr de estos años se han adaptado todavía más. Han consolidado, por ejemplo, sus contenidos y coberturas en Instagram”.
Ana Matyszczyk. Foto: El País de Uruguay
En 2016 se produjo otro cambio de gran envergadura, cuyo objetivo era transformar la arquitectura de la redacción “para enfocarla principalmente en el producto digital”. El diario se convertía en una amplia plataforma que integraba contenidos de diversas naturalezas (textos, videos, infografías e imágenes) que tenían que ver con los soportes y los canales por los cuales serían divulgados (papel, sitio web y redes sociales). Uno de los cambios más significativos era que los periodistas comenzaban a trabajar juntos, por lo tanto, se generaban equipos de trabajo más diversos que apelaban a una estrategia transversal que cubriera los hechos desde el texto, el fotoperiodismo, las infografías y las redes sociales.
"Estamos asumiendo un cambio cultural"
Un componente nuevo en esta reforma era el periodismo de datos: un conjunto de periodistas formados en inteligencia analítica, cuya misión era observar qué contenidos funcionaban mejor, a través de qué soportes y en qué zonas geográficas.
La nueva redacción tiene espacio para que se puedan incorporar desarrolladores, personal técnico, un videowall para observar todos los contenidos digitales y un set donde se generan contenidos audiovisuales.
Javier Hernández, arquitecto encargado del proyecto
Cambio de paradigma
Este año, El País completó su modelo de suscripción digital. Hay tres opciones de suscripción con más beneficios y acceso conforme aumenta el precio. La primera tiene un costo de 108 € anuales, la segunda 10 € por mes (a excepción del primero que cuesta un euro) y la suscripción que permite el acceso completo tanto al papel como en digital, con un costo de 40 € mensuales.
El País se muestra como un "periódico del siglo XXI" que se transforma constantemente para acompañar el tiempo y, de este modo, mejorar su manera de hacer periodismo. Lo cierto es que, al igual que los demás medios tradicionales, busca adaptarse a los tiempos turbulentos en los que vivimos y mantener su impronta al hacerlo.
"Todo lo que hay detrás de un periódico del siglo XXI". Video: El País de España.